Lo más probable es que en algún momento te hayas topado con un hombre que hizo un loable esfuerzo para lograr abotonarse la camisa alrededor de su barriga, y ahora que está sentado enfrente tuyo temes que en cualquier momento ese botón se va a desprender y salir volando (y ojalá no te pegue a ti en el ojo).
La misma visual ocurre cuando las mujeres nos ponemos una camisa que nos queda estrecha alrededor del busto.
No se ve profesional ni elegante.
Además del problema del botón forzado (o los botones forzados!), se crea una apertura en la que se ven piel y tu ropa interior–ninguno de los cuales debes enseñar en un ambiente profesional (o en ningún ambiente fuera de tu dormitorio).
Arreglos para los botones forzados y la “apertura”
Si ya tienes alguna camisa con este problema, considera utilizarla con un braziere minimizador o de deportes.
Si tu ambiente de trabajo es más informal, puedes utilizar un “top” o camiseta de tiritas debajo de la camisa, y dejar el(los?) botón(es?) problemático(s) abierto(s).
Puedes llevar la camisa donde una costurera (o intentarlo tu si tienes destreza con hilo y aguja) a ver si hay tela que le puedan soltar en las partes donde está estrecha.
También puedes pegarle un broche para sujetar la tela donde se hace la mayor apertura, o sujetarlo con un imperdible, velcro o cinta adhesiva especial para ropa (mi herramienta preferida!). Esto funciona bien pero dista de ser una solución óptima.
La Solución Real para los botones forzados y la “apertura”
Todos los “arreglos” planteados anteriormente son paleativos para un problema subyacente que es el estilo de la camisa (y/o la talla que compraste).
Considera si las camisas de botón son el mejor estilo para tu figura, o si debes considerar blusas u otro tipo de camisas. Aunque la camisa de botón es un clásico en el ajuar profesional, el mejor estilo de camisa es el que te quede bien a ti.
La talla de la camisa también es un reto constante ya que debes utilizar la talla de ropa que le acomode a la parte más grande de tu cuerpo. Sé que esto frecuentemente resulta en que si te queda de hombros está muy grande de cintura o si te queda de cintura, está muy grande de hombros. Para eso están los sastres y las costureras. Es preferible invertir un poquito más en los arreglos y tener unas cuantas camisas en las que te veas profesional y elegante, que muchas camisas que no te queden bien.